Ayer di un paseo de 9 horas por Quito, el Quito colonialque esta mejor de lo que pensaba, tiene edificios increibles, y sobre todo iglesias, entrando a la de San Francisco, con suelos de madera, velas, poco iluminada y sobre todo fervientes devotos durante todo el dia (que se arrodillan frente a la pared, e incluso se hechan largos sobre el suelo boca abajo, se tiene la sensación de viajar en el tiempo, por ahora me topo con gente bastante símpatica que siempre tienen una sonrisa (se hacha de menos la locuacidad de los cubanos). Otra cosa que observo es la cantidad de iglesias heréticas con predicadores que sanan con sus canciones, vistiendo trajes y el pelo engominado tocan las testas de los desesperados fieles produciendo un fervor un tanto pasivo la verdad, iglesia de la salvación, cristos vomitando sangre...., y tras varias escapadas de los numerosos carteristas que tienden pacíficas emboscadas en cuanto te paras para ver alg´n espectáculo conseguí ver toda la parte histórica, hoy volveré a San francisco por que están restaurando el artesonado (lo poco que vi tan impresionante como el de Tordesillas, que demuestra mejor que ninguna otra cosa la herencia mudéjar en Iberoamérica. Los indígenas del altiplano son sorprendentes en cuanto a su humildad y su vestimenta, espero partir hacia allá lo antes posible. Antes tengo que conseguirme ropa de abrigo, que no he traido casi nada y aqui hace bastante frío. Atraido por el paisdaje del altiplano quizas rectifique mi ruta de viaje y vaya por arriba en vez de bajar hasta Iquitos (asi me olvido de tomar el antipalúdico y sufrir síntomas que produce como vértigo, depresiones y alucinaciones persecutoria (que viajando solo no me convienen lo más minímo).
lunes, 4 de junio de 2007
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